Aunque parezca absolutamente increíble, nos encontramos con errores gravísimos, incluso de los más grandes Hospitales, de control, vigilancia y seguridad del paciente crítico, sobre todo, por falta de la debida monitorización de las constantes vitales, que suponen o el fallecimiento del mismo o, en el peor de los casos, su coma por asfixia o paro cardiorespiratorio. Ello puede suceder, no sólo en planta de Hospital, si no también sobre todo en UCIS y Unidades de Reanimación.